El guante es una prenda, cuya finalidad es la de proteger las manos de las inclemencias del tiempo, de productos o elementos que vamos a manipular y también evitan que el que los usa contamine aquello está tocando.
Un poco de historia
En Oriente, en la antigua China, la recolección del té blanco estaba a cargo de doncellas, recién bañadas y vestidas de blanco, muñidas de cestos plateados, y guantes blancos , que trabajaban bajo la vigilancia del servicio imperial. Solo podían cortar el brote y eventualmente la primera hoja superior, de la planta del Té, con unas tijeras, que algunos relatan, eran de oro. Ëste era el Té destinado al consumo personal del emperador y su entorno. Dentro del palacio, se cultivaba el Té en jardines muy protegidos de la mirada de las personas comunes.
La historia del guante en occidente, comienza antes que la época de auge de los griegos, de los cuales también hay alguna que otra leyenda, pero la historia del guante y la mujer comienza hacia el siglo IX, antes de esto, en occidente, era un artículo reservado al uso de los hombres.
Los fabricantes emplearon diversos materiales para confeccionarlos y les dieron curiosas formas. En su realización se usaron toda clase de pieles y telas, tales como terciopelo, gamuza, conejo, cordero, cabritilla, marta, nutria, perro, lobo, zorro, gato, liebre, ciervo y búfalo. También se engalanaron con botones, encajes, perlas y piedras preciosas.
En los siglos XII y XIII, Italia, Francia y España rivalizaron en la industria del guante. Se fabricaron guantes perfumados con aceite de jazmín, ámbar, aceite de cedro, azahar y rosa, que estuvieron de moda durante mucho tiempo.
También el guante está asociado en la historia a envenenamientos de personas importantes de la política del renacimiento, según recuerdo, se los untaba por dentro con vidrio molido y veneno. Al ponérselos la víctima, el vidrio le producía micro heridas por las cuales penetraba el veneno, desencadenando la muerte.
Hoy en día, en Buenos Aires, es una costumbre que muy pocas mujeres conservan, salvo en esos días de mucho frío invernal.
Realmente es una pena, ya que es un complemento muy femenino, y que puede levantar
con un buen color o diseño, un vestuario clásico o sobrio, al igual que lo hacen las chalinas,carteras o sombreros.
Les propongo que elijan el que más les guste de acuerdo a su vestuario, temperamento, color preferido o tipo de evento.
Y que nos dice la etiqueta, sobre el uso de ellos cuando llegamos a la casa o lugar donde estamos invitadas al “The Afternoon Tea”, u otro tipo de reunión.
Al llegar, antes de saludar, nos quitarnos los guantes, y por supuesto ni se nos ocurra sentarnos a la mesa, con ellos puestos, no importa de que sean de encaje o de un tejido muy abierto. Se considera de mala educación, no importa si en el lugar hace frío, hay que quitárselos!
Nos los volvemos a poner, después de saludar, antes de salir de la casa o lugar.
Si estamos en un cocktail o en una reunión más informal, nos quitamos el guante derecho, para tener esa mano libre para saludar, y lo llevamos junto con el bolso en la mano izquierda.
Hay de todo tipo: de polar, lana, mezclas, de distintos largos, en general cuantos más altos, sobre el codo, tipo Rita Hayworth, en “Gilda”, se deben llevar con vestidos sin mangas y de fiesta.
Pero no olvidarnos de los elegantes guantes de cuero o de piel como se los llama en otras latitudes,
son los más finos y estéticos para este tipo de reuniones y para toda mujer en la mediana edad.
Estas vidrieras fueron captadas en Italia, durante el pasado mes de Febrero.
Si tienes oportunidad, utiliza este accesorio en tu vestuario ya que dará a tu look un toque distinguido
y muy elegante.
Marisa Cristian Di Franco
Un espacio donde encuentro siempre algo interesante para ver y aprender. Gracias por ello!
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